Atención selectiva
La atención selectiva o percepción selectiva es una característica de la percepción humana. Por este nombre se hace referencia al hecho de percibir especialmente aquellos acontecimientos que estamos predispuestos a percibir, bien por las motivaciones o por otras circunstancias externas al sujeto. Es considerado un sesgo cognitivo ya que en ciertas circunstancias nos impide percibir una imagen fiel, realista y racional del entorno o de nuestros propios estados internos.
Quizá podríamos relacionar la atención selectiva con el proceso de habituación. Es considerado habituación, desde el punto de vista de la percepción de los sentidos, a aquella situación en la que dejamos de percibir conscientemente un estímulo del entorno, cuando éste es repetido con mucha frecuencia (el molinero que segundo a segundo escucha la piedra del molino, llega el momento de que ya no la percibe conscientemente).
Este sesgo es típicamente utilizado por los magos ilusionistas para sus trucos de magia y debe ser muy tenido en cuenta por los profesionales de la publicidad, que tienen que lograr captar nuestra atención con sus mensajes.
* Información sobre percepción selectiva en Wikipedia ES: Percepción selectiva
Referencias encontradas en la bibliografía
- «Una de las formas de reducir la información que hay que procesar es la atención selectiva, estrategia que consiste en fijarnos sólo en aquellos estímulos que nos resulten salientes o distintivos por alguna razón, bien debido a alguna característica del propio estímulo (por ejemplo, porque destaca de forma especial dentro del contexto en el que se encuentra, o porque resulta incongruente con nuestros conocimientos previos o nuestras expectativas), o debido a factores subjetivos, como nuestras actitudes, nuestro estado afectivo o nuestra motivación en esa situación concreta (prestamos más atención a los estímulos que tienen relación con la meta que perseguimos en un momento dado). La función adaptativa de la atención selectiva es obvia, puesto que los estímulos salientes suelen ser los que más información nos proporcionan en una situación y los que más útiles nos resultan.» <ref>En capítulo «Cognición Social», Mª del Prado Silván Ferrero, Elena Gaviria Stewart y J. Francisco Morales Domínguez, en «Introducción a la psicología social», 1ª Edición, Sanz y Torres, Madrid, 2009, pág. 75</ref>.
Notas
<references/>
Fuentes de información complementaria
¡ATENCIÓN! Artículo en construcción (aabrilru, 3NOV16)