Ignorancia pluralista

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Referencias encontradas en la bibliografía

  • «Se denomina ignorancia pluralizada a la tendencia a no expresar una actitud o emoción porque creemos que la mayoría no la comparten, es decir, pensamos que conocemos lo que pasa por la mente de los demás y cuáles son sus actitudes.[..] Miller, Monin y Prentice (2000)<ref>Miller, D. T., Monin, B. y Prentice, D. A. (2000). Pluralistic ignorance and inconsistency between private attitude and public behavior. En D. J. Terry y M. A. Hogg (Eds.), Attitudes, behavior and social context (pp. 95-113). Londres: Lawrence Erlbaum.</ref> analizaron el papel que juega la ignorancia pluralizada sobre las actitudes hacia la bebida en grupos de estudiantes. Sus resultados demostraron que los estudiantes privadamente estaban en contra del consumo exagerado de alcohol pero públicamente lo defendían, ya que atribuían a la media de su grupo de pares una actitud mucho más favorable que la real. Este tipo de creencias se realimentaba con el consumo público de bebidas cuando estaban reunidos en algún lugar como, por ejemplo, una discoteca.»<ref>En capítulo «Actitudes», Mercedes López Sáez, en «Introducción a la psicología social», 2ª Edición, Sanz y Torres, Madrid, 2013, pág. 218-219</ref>.
  • «Sin embargo, no es difícil imaginar una escena en la que todos los observadores tratan de averiguar qué pasa mirando a los demás y, por tanto, nadie saca nada en claro. En otro de sus llamativos experimentos, Latané y Darley (1970) sometieron a los participantes a otra prueba de reflejos. Mientras se encontraban en la sala experimental completando tranquilamente un cuestionario, la habitación empezaba a llenarse de humo, hasta el punto de dificultar la visión a media distancia. En una de las condiciones experimentales cada participante estaba solo en la sala; en otra, estaba con otros dos sujetos, y en una tercera condición estaba con dos cómplices del experimentador que tenían instrucciones de encogerse de hombros y actuar como si no pasara nada. La pregunta era cómo reaccionarían los participantes ante un signo de peligro en cada una de las condiciones. Los resultados dieron un fuerte apoyo a la hipótesis de la dependencia o influencia social informativa: mientras que un 75% de los sujetos que estaban solos salió de la sala para avisar del humo, sólo un 10% de los participantes que estaban con los dos cómplices pasivos reaccionaron así. Y lo más curioso es que algunos de estos últimos participantes, en la entrevista postexperimental con los investigadores, trataron de justificar lo extraño de la situación pensando que el humo era “gas de la verdad”, que tenía la finalidad de hacerles ser sinceros en sus respuestas al cuestionario.
    En cuanto a la condición de tres participantes ingenuos, donde ninguno de ellos sabía a qué atenerse ante tan novedosa y extraña situación, el porcentaje de los que reaccionaron avisando fue del 38%, muy inferior al de la condición de un sujeto solo. Latané y Darley explicaron este resultado mediante ei concepto de ignorancia pluralizada, que consiste en inhibir la expresión de una actitud o emoción porque se piensa que la mayoría no la comparte, aunque en realidad no sea así. Los tres participantes necesitaban saber qué pasaba y qué debían hacer, pero ninguno de ellos quería demostrar públicamente su inquietud, así que se miraban entre ellos aparentando tranquilidad. Al ver que los otros parecían trnnquilos, cada sujeto sacaba la conclusión de que no había nada que temer, y el resultado de todo este juego de disimulos era la inhibición de la acción. Sin duda, este efecto depende mucho del contexto social y de las normas implícitas que rigen la interacción. En contextos donde la comunicación con extraños está socialmente reprimida (como ocurre en las grandes ciudades) y la gente tiene miedo de hacer el ridículo malinterpretando como emergencia una situación que no lo es, la inhibición a la hora de tomar la iniciativa será mucho mayor.»<ref>Elena Gaviria Stewart, en capítulo «Conducta de ayuda», en «Introducción a la psicología social», 2ª Edición, Sanz y Torres, Madrid, 2013, pág. 328-329</ref>

Notas

<references/>

Fuentes de información complementaria





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