Disonancia cognitiva
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La disonancia cognitiva es un fenómeno —la mayoría de veces desagradable— al cual la mayoría de nosotros nos enfrentamos a diario. Conocer sus mecanismos puede ser importante para gestionar nuestras decisiones y emociones, así como para comprender las de las personas que nos rodean. Un caso típico en el que podemos sentir el efecto de la disonancia cognitiva, es cuando tomamos una decisión contra nuestras actitudes habituales y posteriormente sentimos arrepentimiendo respecto a la decisión tomada, sintiendo un gran malestar psicológico (a veces percibido como un nudo en el estómago). Por ejemplo, podemos dar una mala contestación a alguien por un estrés puntual, y pasados unos minutos, tras un cambio circunstancial, llegar a sentir un gran malestar psicológico o estrés emocional por la conducta realizada o la decisión tomada.
El concepto fue desarrollado inicialmente por Leon Festinger (1957)<ref>Festinger, L. (1957). A theory of cognitive dissonance. Stanford: Stanford University Press (versión en castellano: Teoría de la disonancia cognoscitiva. Madrid: Instituto de Estudios Políticos, 1975).</ref>. Los postulados básicos de la teoría desarrollada por Festinger se pueden resumir de la siguiente forma: la existencia de cogniciones que no son coherentes (consonantes) entre sí produce en la persona un estado psicológico de incoherencia (disonancia) que es incómodo y que la persona se esforzará en paliar intentando hacer esas cogniciones más coherentes<ref name="librointroaps"/>.
* Sobre la disonancia cognitiva en Wikipedia ES: Disonancia cognitiva
Referencias encontradas en la bibliografía
- Mercedes López Sáez expone al respecto: «La disonancia cognitiva se podría definir como una experiencia psicológicamente desagradable, provocada por la inconsistencia entre actitudes y comportamiento, que se acompaña de sensaciones de inquietud. El mayor o menor grado de malestar psicológico o, lo que es lo mismo, la magnitud de la disonancia, depende de dos factores: 1) de la proporción de cogniciones disonantes en relación con las cogniciones consonantes; 2) de la importancia de cada una de esas cogniciones para la persona. Por ejemplo, si Ana deja de salir con sus amigas para preparar un examen, pensar que ha perdido una tarde de diversión es una creencia disonante, mientras que pensar que así asegura que puede llegar bien preparada y tranquila al examen es una creencia consonante con su conducta. como hemos señalado, la magnitud de la disonancia dependerá del número de creencias consonantes y disonantes, y de la importancia de esas creencias. Así, si Ana cree que esa tarde sus amigas se van a encontrar con un chico que le gusta, su disonancia será mayor que si piensa que va a ser una tarde como otras muchas. Una vez que aparece la disonancia, existen diferentes estrategias para disminuirla:
a) añadir nuevos elementos consonantes a la conducta realizada (en el ejemplo, podría convencerse a sí misma de que le entusiasma aprender esa asignatura);
b)aumentar la importancia de los elementos consonantes (Ana podría pensar que ese examen es decisivo);
c)quitar importancia a los elementos disonantes (pensar que es más importante el estudio que la diversión)
La disonancia es muy común y puede surgir por diferentes razones. Dado que la teoría es aplicable a situaciones muy diversas, en la investigación se han ido perfilando una serie de paradigmas que se utilizan, dependiendo de los objetivos del estudio, en aquellas situaciones en las que típicamente se produce disonancia:
a) después de tomar una decisión (paradigma de la libre elección);
b) después de actuar en contra de las creencias y actitudes (paradigma de la complacencia inducida);
c) después de exponerse a información inconsistente con las creencias (paradigma de la desconfirmación de creencias);
d) después de realizar conductas que requieren esfuerzo (paradigma de la justificación del esfuerzo).» <ref name="librointroaps"> Mercedes López Sáez, en capítulo «Actitudes», en «Introducción a la psicología social», 1ª Edición, Elena Gaviria Stewart, Mercedes López Sáez e Isabel Cuadrado Guirado, Editorial Sanz y Torres, Madrid, 2009, pág. 190-191</ref>. - En 2007 J. Cooper hizo una revisión sobre los 50 años de teoría de la disonancia cognitiva plasmado en el libro «Cognitive dissonance: 50 years of a classic theory». <ref>Cooper, J. (2007). Cognitive dissonance: 50 years of a classic theory. Sage. Si lo deseas, puedes descargar el libro en el siguiente enlace (ajeno a Bulidomics): https://mega.nz/#!fFJglaiQ!m-lJmnDO5OJiOv_yNTum331mk2-vVwXRXd8WXG9kC_Q</ref>.
Notas
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Fuentes de información complementaria